Toca la imagen para conocer la historia de cada valiente:
Después de 12 años con dolor de rodillas, Diego S. había perdido la esperanza. Hoy corre más que cuando era jóven.
Tras 14 años de preguntarse entre lágrimas qué estaba haciendo mal, Juan recurrió a PALA frustrado, pero con fe. ¡Ahora él y su familia celebran haber superado el dolor!
Lizeth L. no quiso definirse por sus varios diagnósticos de rodillas. 3 meses después de PALA, volvió a correr sin dolor.
Desesperado por la fragilidad de su espalda, Esteban V. decidió trabajarla directamente. 110km cargando 15kg después, se ha librado del dolor.
Cansado de depender de pastillas, Nicolás encontró que el mejor remedio era escalar su habilidad.
Fernando P. se sometió a cirugía de espalda. No le funcionó. Lo único que le faltaba probar, era fuerza.
A Felipe todo empezó a dolerle al mismo tiempo. Luego de asumir PALA como un “estilo de vida”, logró reconstruirse más fuerte que nunca.